lunes, 3 de diciembre de 2012

Tigres liberados

Amb flors i garlandes està recobert el carruatge de Dionís:
sota el seu jou caminen la pantera i el tigre. [1]
[Friedrich Nietzsche]


Apenas lo puedo imaginar. ¿Qué pasaría si un tigre escapara de su jaula y deambulara por las calles de la ciudad a la hora de mayor cúmulo de distraídos transeúntes?, ¿Y si en vez de un tigre fueran 2,120 tigres? ¡La locura, el pandemónium! Y si estos fieros decidieran que seamos su almuerzo, comida o cena, tal vez tartamudos por el pánico recitaríamos los consabidos versos:

Tres tristes tigres
comen trigo
sentados en un trigal
sentados en un trigal
                       tres fieros tigres:
                       comen hombres…


Sólo de un lugar imaginario escaparían los 2,120 tigres que Joan Navarro y su equipo de traductores han puesto en vigilancia. Los atan con finísimas ligaduras de palabras, a las que han acudido en todas las lenguas posibles. A través de la historia de la literatura, esta bestia nos acecha. Desde la antigua literatura Hindú, hasta los más recónditos lugares del planeta. Pero, estos tigres han sido liberados ya por quienes se han visto sorprendidos por ellos en la lectura o escritura y enviados a este paraninfo. Tanto en castellano como en catalán la palabra no sufre cambios morfológicos: Tigre. La palabra que describe la esencia de esta bestia se origina para las dos lenguas en el latín tigris, y ésta del griego τίγρις , así que la raíz da origen a la voz en las diversas lenguas romances. (En italiano, francés y portugués se mantiene igual). La voz cambia ligeramente en el rumano: tigru. En galés: teigr. Pero, al inglés, alemán, noruego y danés conserva la forma tiger, cambiando solo una grafía. Ya para el polaco varía un poco más: tygrys. La fonética repite los sonidos gr en la mayoría de las lenguas indoeuropeas.
Puede ser éste un sustrato del rugido fiero alojado en nuestra memoria colectiva. Tal vez sea el origen de la palabra una onomatopeya permanente.
La tigra, la acompañante del tigre, menos empleada en su forma, deriva menos. La palabra sufre pocos cambios entre las diversas lenguas romances. Voz que intimida, que se fija en las neuronas, pasa de ser la presa a la domesticación de la fuerza brutal y el miedo, generadora del horror de estar ante sus fauces, a un zarpazo de distancia bajo la enigmática mirada felina.
Si bien en tus caminos de lectura o escritura, ha aflorado un tigre o tigra en tu camino, no des un paso atrás por el temor. Sujétale con hilillos finos sin meter la cabeza entre sus dientes y envíaselos a Joan y su equipo a seriealfa@seriealfa.com y… ¡qué tengas buenas lecturas!

Entre los tigres donados a esta página, puedes leer los que han sido publicados de tu servidor mediante la siguiente liga:
http://seriealfa.com/tigre/tigre7/DUMartinez.htm

También puedes consultar otros contenidos en:

David Uriel M. V.



[1] Con flores y guirnaldas está recubierto el carruaje de Dionisio: bajo su yugo caminan la pantera y el tigre. [Friedrich Nietzsche] Die Geburt der Tragödie.