Mi madre me llevó a registrar cuando yo ya podía caminar, lo común para aquella década de los 60's mexicanos en una ciudad media, es que el registro civil tenía un escribano que solo él se entendía. Para 1970 que le pidieron el acta de nacimiento en la escuela primaria, la primera transcripción mecanógrafa decía en la fecha de nacimiento: 20 de mayo; en donde lo ilegible de la letra cursiva del primer registro no se entendía, y gané tres días a mi alumbramiento. Adelantado a los dolores de parto y parido antes en la calle de Amado Nervo en un humilde cuarto de vecindad, la luna burlona me dio la bienvenida, solo ellas, la luna y mi madre, saben la verdad.
Polvo estelar (Stardust)
Nací al amparo de Selene,
en la hora prima de la noche,
[soy un ser de espuma de polvo estelar]
cuando la luz de los poetas se extinguía
y en viejas tradiciones se evaporaba
buscando otras almas,
albergo en mí las vidas pasadas
y soslayo una mirada cautelosa.
Soy el nuevo verbo,
la voz de la poesía que se alberga en los sueños,
las palabras cansadas se disuelven en lo etéreo
y descanso en el fondo de tu pupila,
ternura y ensueño.
Voy noctámbulo,
oscilante ente de luz,
del titilante y constelar manto
a la radiante esfera diurna
a la incandescente esfera
que derrite mi esencia,
la que en perfumes volátiles
se esparce con la rosa de los vientos
y se detiene atónita,
con la mirada del alma
contemplando a Géminis.
La onda ulular del caracol,
en hambrientos vórtices
que tragan soles y vacíos
se esparce y amenaza con la aniquilación.
La onda ulular de la caracola
va por los vientos,
acarreada en alas angelicales
y con ella mi vida, encadenada al sino.
Llegaré en la hora en que duermes,
escondido en los dobleces de tus sueños
dueño de los suspiros y exhalaré
y absorberé tu vida con la mía.
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