La publicación de libros editados en León, sin pretender un vistazo diacrónico exacerbado, plantea que ya en 1956 se imprimían un mínimo de 300 ejemplares de la obra para una población de 130,000 habitantes. Hoy algunas editoriales no superan los 1,000 para el estado de Guanajuato, que en la ciudad más poblada contiene 1´500,000 pobladores, y el mismo Instituto Cultural de León, oferta la impresión de 300 a 600 ejemplares para los ganadores de las becas de estímulos a los creadores, a los cuales entrega el 30% del tiraje fuera de costo o exigencia de venta; así que, faltaría saber la forma de distribución de éstos y los índices de venta u óvolos de los mismos. Sin embargo, el siglo XX señala el desarrollo de la industria editorial en León sin un antecedente firme, pues los escritores se aventuraban a realizar una erogación importante con la finalidad de hacer llegar su obra a los públicos más selectos de su tiempo. Tal es el caso de la obra poética de José de Jesús Ortiz Funes.
Visito la Biblioteca
Central Estatal Wigberto Jiménez Moreno, de León, Guanajuato; para
consultar en la Colección de Fondos
Especiales la obra de José de Jesús Ortiz Funes. El primer libro que me
facilitan es Trébol, poemas,[1]
editado en esta ciudad, México MCMLVI (1956), y el colofón describe haber sido
hecho en la imprenta “Cuauhtémoc” con un tiraje de 300 ejemplares; la letra de
la primera de forros destaca en tinta verde y magenta, como aparece en los
títulos de los poemas y su contenido. De una elaboración artesanal pegado y con
grapa, ostenta una dedicatoria al coleccionador e investigador de quien este
acervo lleva su nombre. La portadilla describe que la portada (primera de
forros) fue elaborada por Arturo Padilla Urenda, la contratapa (cuarta de
forros) tiene una impresión de la parroquia de San Miguel, barrio leonés del
cual fue originario el poeta; también muestra una fotografía de la escultura
del autor en interiores, realizada por Manuel Dávalos, y las viñetas de la
obra estuvieron a cargo de Guadalupe
Zermeño. El libro contiene 83 páginas y presenta en la obra un total de 68
poemas.
El poemario se puede
concebir como una obra tripartita, simula el contenido un trébol. De tal forma
que cada una de sus partes supone la forma triada. Organizado en una primera
parte de poemas escritos en estrofas de tres versos[2],
y de a tres por página aludiendo al nombre del libro. De Trópico, Trébol y Cristo, en la
página 11 hasta Cromo, intemperancia y Boceto en la pág. 43, y con El poema Clepsidra, que aparece solo,
cerrando la parte en la pág. 45.
El poema trébol, que da nombre a la obra,
tiene una estructura que más emula al Haikú que un tercetillo, pues al carecer
de rima y contener versos menores a 8 sílabas poéticas tampoco corresponde a la
forma de soleá. Cuestiono pues el empleo de esta estructura en la obra poética
de Ortiz Funes, pues el Haikú estaba en estudio apenas en el transcurso del s.
XX por algunos mexicanos.[3]
No así precisar que fuere una forma desconocida para el vate de San Miguel,
valdría una inclusión debido a su relación con otros estudiosos de la
época, ya que en 1919
el haikú llegó a México a
través de José Juan Tablada. Su libro Un día, poemas sintéticos,
publicado en 1919, es
exclusivo de haikús y para 1929 publicaría El jarro de flores,
otro libro del mismo contexto.
Tres
veces huele tres / ve /
ces / hue / le 5
sílabas
a
vegetal concordia a / ve / ge /
tal / con / cor / dia 7 s.
la mañana. la / ma / ña / na 4
s.p.
En
la misma página aparece el poema Trópico,
de similares formas, pero si tiene los rasgos propios de la soleá, conserva la
rima asonante en los dos primeros versos y exige a los tres versos una medida
menor a ocho sílabas poéticas:
TRÓPICO
Ahí, donde la sangre r.
angre a /
hí / don / de / la / san / gre 7
s.p.
suspira tulipanes, r.
anes sus
/ pi / ra / tu / li / pa / nes 7
s.p.
comienza el corazón. co
/ mien / za-el / co / ra / zón+1 7
s.p.
El tercer poema de la misma
página, tiene la estructura de un tercetillo, con rima consonante en los versos
primeros y una métrica de arte menor, la temática mística aparece en la obra de
Ortiz Funes de forma frecuente:
CRISTO
Rural devocionario r. ario Ru / ral / de / vo / cio / na / rio 7 s.p.
será tu itinerario r. ario se / rá / tu / i / ti / ne / ra / rio 7 s.p.
mi parcela de luz. mi / par / ce / la / de / luz+1 7 s.p.
Los tres poemas
anteriores manifiestan el conocimiento de las formas que poseía el escritor,
tal vez adecuada a las lecturas que pudieran ser parte de su selección, pues se
afirma en la formas más que en los fondos temáticos de su poemas.
Se puede apreciar en la segunda
parte que inicia con el poema Feria de gozo, poesía escrita en
sonetos, éste escrito en tres: I sobre los barrios de león, II dedicado a león,
y III a su tierra, en la pág. 47. Continúa con Biombo de Junio, pág. 51,
también escrito en tres sonetos, y a partir de Pájaro de luna, pág. 55,
dedicado a la escritora Concha Mojica, miembro femenino del grupo cultural
Oasis, escrito en endecasílabos y con una rima consonante o perfecta de tipo
ABBA ABBA CDC DCD; hasta a Al pie del mar, pág. 73, poemas de
la misma estructura. En ellos el vate se solaza en la escritura de la técnica
clásica en cuanto a la forma:
PÁJARO DE LUNA
A
Concha Mojica
RIMA MÉTRICA
Amo tu soledad, tras la persiana A ana 11 Sílabas.
que corre al despertar redondo amparo,
B aro 11s.
con sencilleces brújulas del aro B aro 11s.
que gira el girasol de la mañana. A ana 11s.
Amo tu soledad como paisana, A ana 11s.
en el otoño del minuto-avaro, B aro 11s.
para beber con su silencio claro B aro 11s.
el cielo que se cierne-en mi ventana. A ana 11s.
Amo la transparencia del aroma, C oma 11s.
porque sugiere sedas de poesía D ía 11s.
al biombo de la voz que se desploma. C oma 11s.
Un pájaro de luna me decía, D ía 11s.
que tuerces en las manos de redoma C oma 11s.
los garfios del sudor de tu elegía. D ía 11s.
La tercera parte del trébol
poético inicia con Raíces en la página 75, el cual se expresa en versos libres de métrica; y tres estrofas
de 7, 5, 11, versos. Otros poemas mantendrán las estructuras libres como son Ciudad amarga, pág. 77; Vida, pág. 79; para cerrar con Lindero de Júbilo, pág. 81, Dedicado a
su barrio, San Miguel de la Real Corona:
LINDERO DE JÚBILO
Te canto, San Miguel,
porque nací cenzontle
de tu real corona
–cordillera de espadas
que fabrica el maguey–.
Porque tu sol improvisó a
mis ojos
como en nicho lavado de
neblina,
tu cándido retablo
que suelta sus palomas
por la nostalgia azul…
mientras cantan,
mis afectos,
pastores aniñados,
villancicos de leche
y aleluyas de miel.
¡Y se vuelven monedas, el
oro del trigal,
o sangra de cilicios el
fraile zarcigüil!
Te canto, San Miguel,
por la sencilla fe de tus
mujeres
que saben a canela y a
piñón:
menudas chuparrosas
que en cántaro y rebozo
transportan las estrellas
y los tajos de cielo
que te llenan
la natural clepsidra de
los ojos,
con que tú siempre mides
a nivel de la cruz inicial
de los labios
al arcángel del beso.
Por tus novias que bordan
el redondel gitano de los
sueños,
cascada de jazmines en
desvelo
la pandereta de la luna
llena
sobre sus frentes en botón
de azahares.
Te canto, San Miguel,
por tus niños descalzos,
huérfanos de la blanda
caricia del apóstol:
los nardos de la estrella
de su diestra,
como espiga de gracia,
meciéndose en Huejutla,
bajo la mitra de una nube
de llanto.
Mas ay!
¿Por qué sólo cosecha
puñales afilados
en la piedra redonda
que da vuelta el olvido?
Cuando cantas,
cuando lloras,
cuando rezas
¡oh mi barrio imperial!
al silbo de saetas
estremece verbena de
claveles
el Tribuno,
y ruge en el alcázar de
luz
como un cachorro, el
corazón.
La influencia del modernismo poético de los
autores del s. XX se refleja en los temas regionales, expresa asuntos locales
en sus versos, intenta la imagen que manifiesta lo particular del sitio, emula así
la poesía de López Velarde, y llena de localismo y nacionalismo su fondo. Sin
embargo; el poeta se libera de las estructuras rígidas y explotadas en la época
en la tercera parte del poemario, como lo son el soneto y el terceto de su
predilección.
La obra cierra con un vago intento de transitar a la poesía libre
en donde la retórica poética supla la exigencia de la forma. El autor se
reconoce en sí, como observador de las bellezas de su localidad y se autonombra
zenzontle. Adquiere per se, la obligación de manifestar al
lector su privilegio de haber nacido poeta amparado por una tierra pródiga de
cantores. Su poema Ciudad Amarga, ya
había sido publicado -Letras potosinas,16-17, abr.may.
1955- un año antes de su inclusión en el poemario.
[4] Según Vicente Haya Segovia
en su libro Haiku: la vía de
los sentidos (pág. 29).
El haiku (俳句?), en español frecuentemente jaiku (siguiendo la transcripción fonética
directa), es una forma de poesía tradicional japonesa. Consiste en un poema breve, generalmente formado por tres versos de
cinco, siete y cinco moras respectivamente. Comúnmente se sustituyen
las moras por sílabas cuando se traducen o componen en otras lenguas. La
poética del haiku generalmente se basa en el asombro y el arrobo que produce en
el poeta la contemplación de la naturaleza.
[3] “Pero sería Octavio Paz quien pondría el haikú en la antesala de las
letras mexicanas. A principio de la década de los 50’s, se inicia en Paz una
síntesis de su poética, tiene claros acercamientos con el surrealismo francés y
la cultural del Japón, su obra posterior a “Piedra de sol” no se concibe sin
esa doble influencia. En esos años, con ayuda de su amigo Eikichi Hayashiya,
traduciría Oku no Hosomichi de Matsuo
Basho, que en el año de 1957 se publicaría como Sendas de Oku; sería reeditado con algunas mejoras en 1988.” En Sendas de Hormigas: entre hikús nos veremos,
Aníbal Martínez, El Canto del Ahuehuete,
ideas en diatriba, número 24, octubre 2012, pág. 12.
[2] Estrofas de tres versos: Terceto: versos endecasílabos (o, en general, de arte mayor), con rima consonante, 11A
11B 11A, si bien puede presentar otros esquemas. Tercetillo o tercerilla: versos de
arte menor, rima consonante y que puede presentar distintos esquemas. Soleá: versos de arte menor, rima
asonante, a–a.
[1] El libro tiene el siguiente registro en el acervo
de la colección de Fondos Especial de la Biblioteca Estatal Wigberto Jiménez
Moreno: 290790 A-6177, y su clasificación: 861.72 O777t Datos de Biblioteca: Trébol, Ortiz Funes, José de Jesús. TYD, 1956, México, 83 pp. 28.2
cm.
No hay comentarios:
Publicar un comentario